viernes, 21 de diciembre de 2007

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO

A mí no me gustan mucho las fiestas. Pero me sirven para ponerme a pensar y hacer un balance de lo que fue mi año. Cuales fueron las cosas positivas, las cosas que hice bien y las que me hicieron bien. Y cuales las negativas también, para no volver a repetir las cosas que hice mal, o para tener más cuidado.

Personalmente, este año conocí mucha gente. Personas que sigo tratando, a las que veo esporádicamente, y a las que me quedé con ganas de seguir conociendo. De todas me llevo algo lindo, un buen recuerdo. Porque creo que de eso se trata, de llevarse algo lindo de las personas que uno conoce, aunque no siempre se pueda.

Cada vez que llegan las fiestas es la oportunidad perfecta de pensar, de pensar mucho. Y empezar así un nuevo año a full, sabiendo cuales son tus objetivos y seguir conciendo gente. Así es que cada uno sabrá por que brindar al momento de levantar la copa.

Por eso, le deseo a todos una ¡muy feliz navidad y un próspero año nuevo!



domingo, 9 de diciembre de 2007

LOS REALITYS

Indiscutidamente son un fenómeno mundial. Ganan millones y millones a través de mensajes de texto y llamadas para ver quien va a quedar eliminado. Estoy hablando de los realitys. Y voy a hacer referencia al más pedorro de todos: Gran Hermano.
Veinte boludos que para lo único que levantaron el culo fue para ir a hacer el casting para entrar a esa caja de retardados. Seguramente, cuando vieron el anuncio para entrar, estaban tirados en su cama pensando si valía la pena seguir viviendo.
Me pregunto yo, ¿qué mierda les preguntarán en el casting?, ¿se pondrán delante de un jurado, dicen qué hacen de su vida y los puntuarán?. Para mí deben tener que presentar, como mínimo, antecedentes policiales, y las mujeres tienen que haber trabajado como prostitutas y tener un video porno en internet.
Y pensar que al salir de ahí son personas famosas por hacer… ¡nada!. Pasaron de ser potenciales suicidas a “famosos” en unos meses.
Eso me recuerda a personajes como Tamara Paganini y Gastón Trezeguet. Ella que hablaba sobre las toronjas que se había comido, y él... también. Me acuerdo cosas como la de un vago que estuvo preso, se llamaba Leonardo. Fue a la casa de Gran Hermano y cuando salió, estuvo dando consejos de vida en un programa impresentable de chimentos, cuyo conductor va de la mano con el programa también. Haciéndole un reportaje mano a mano, como si fuera un programa de política. ¡Encima le preguntaba haciéndose el serio!, las piernas cruzadas y con los dedos índice y el pulgar de la mano sosteniéndose el mentón como si estuviera escuchando con atención a un intelectual. ¡Dejáte de joder!.
Después los traen acá a Río Grande para que sean partícipes de un “show” en un boliche. Que ganas de gastar guita los dueños de los boliches. Aunque igual es negocio para ellos, porque lamentablemente en todos lados hay gente que se pone frente al televisor a ver a estas ratas de laboratorio. Y van al boliche a ver lo mismo que hacían en la casa... nada.
He llegado a escuchar que pueden ver y analizar el comportamiento de las personas en un grupo cuando son encerrados y aislados de todo, y de ahí hacer estudios psicológicos. ¡Seh!, a mí lo único que me dice Nino Dolce cuando se golpea la cabeza contra la pared es que es un pelotudo, y no soy psicólogo.
Por eso, vean cosas de interés de verdad, dejen de quemarse el cerebro con tanta basura. Me refiero a que el tiempo que pierden viendo cómo se depila una mina o se rasca el higo un vago, vean una película o un programa que le haga bien a tu cabeza.
Si en este mismo momento tenés la boca abierta y se te está cayendo la baba, es que ya viste mucho Gran Hermano y leíste esto demasidado tarde. Caso contrario, todavía estas a tiempo de ver una peli.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

FINAL

Hoy rindo un final. Estuve preparando como un mes y medio la materia esta, mal no me puede ir, más si yo siempre estudio para sacarme de un 8 para arriba, me sé toda la materia. Encima el año pasado ya rendí otro final con este profesor y me saqué un 8, ya lo conozco, es piola, sé cómo toma los finales. Es más sencillo porque lo que hace es darte a elegir dos números donde cada uno contiene una unidad de la materia, vos elegís uno de esos dos temas para desarrollar en una hoja y después le explicás oralmente; capáz después te pregunta sobre la unidad que no elegiste. Lo único es que este profesor es muy raro. Mientras estás exponiendo no dice nada, ni un gesto, ni una mueca, cara de pocker; eso te hace poner un poco nervioso. No sabés si lo que estás diciendo está bien, si te las estás re mandando, si seguir o si parar un poco de hablar. Pero bueno, ya lo sufrí una vez y me fue bien.
El día ya arrancó bien, me levanté de buen humor (que es raro en mí). Algo me decía que iba a ser un día especial. Día soleado, gente en las calles paseando a sus perros, las palomas volando, un paisaje hermoso; nada malo podía pasar ese día.
Se hizo la hora de ir a la facultad a rendir. Llego, y el bedel me dice que el profesor todavía no había llegado, “Bueno, lo espero” –respondí con la mejor buena onda del mundo y una sonrisa en la cara-. A los diez minutos llega el profesor. Es de estatura baja, pelo lacio con raya al costado, anteojos culo de botella y bigotes. Seguidamente nos instalamos en el aula donde le iba a demostrar todos mis conocimientos de la materia. Por suerte rendía yo solo.
Como conté anteriormente, me hizo elegir dos números de los cuales elegí uno y me puse a desarrollar. Debo haber escrito una hoja, más o menos. Se para al lado mío para que le empiece a comentar lo que había escrito. Empecé bárbaro, pero algo pasó. Ahí estaba de nuevo, esa cara de hielo, pude verlo. Mientras explicaba mirando fijo la hoja, no pude evitar levantar las cejas y mirar de reojo su cara. Esa cara inanimada, sin sentimientos, sin expresión. Un escalofrío me recorrió la espalda y me empecé a poner nervioso, como si estuviera rindiendo un exámen para entrar a la NASA. De golpe se me había olvidado todo lo que había estudiado, empecé a pifiar preguntas fáciles. En una de ellas me debo haber quedado pensando diez minutos una respuesta que me hiciera zafarla, y el hombre de hielo esperando una respuesta que nunca iba a llegar. Me empezó a pasear por todas lados. Se me fué la cabeza a cualquier lado, pensaba en el terrible dos que me iba a poner en la libreta. Me agarró un calor en el cuerpo, como si me hubiese tomado un litro de tequila. Todo lo lindo que había visto al principio del día (el sol, la gente paseando al perro, las palomas volando) se habían transformado en luna, cocodrilos en un pantano y murciélagos. Era como si el desgraciado hubiese estado atrás mío mientras estudiaba y hubiese anotado las preguntas más boludas que no me sabía para hacérmelas en ese momento. Ya me quería ir a la mierda. Pero todavía no terminaba, faltaba que me pregunte sobre la unidad que no elegí. Creo que esa fue mi salvación. Me pude redimir un poco de las boludeces que le respondí (o no) antes. Se me paró el corazón cuando dijo: “Bueno, lo dejamos ahí”; “Cagué, me la puso” -pensé-. Entonces agarró mi libreta y empezó a escribir la nota mientras decía: “Por ahí la nota no refleja lo que en verdad estudiaste”; “Sip, definitivamente me la puso” -dije hacia mis adentros totalmente resignado y preparando el retorno a mi casa con la L de loser en la frente-, y agregó: “Estás aprobado, lástima la nota… Un 6”. En ese momento me volvió el alma al cuerpo y me sentí el desgraciado con más suerte en el mundo; yo me hubiese re bochado. Me cagó el promedio, es una nota chota; en definitiva aprobé, pero que la pasé mal, la pasé mal.
Fué un día especial como lo había pensado.

martes, 4 de diciembre de 2007

INTRO

Amigos, visitantes, curiosos, o cualquiera que se meta en este blog:
Solo quiero decir que voy a hablar de cualquier cosa, porque para eso inventaron los blogs, ¿no?.
Asi que si alguien se siente tocado, identificado, y a su vez ofendido con alguna de las historias, tiene su derecho a réplica en los comentarios. No creo que eso pase porque en ningún momento voy a nombrar a nadie. También pueden dejar comentarios lindos, obvio.
Mi idea de esto es poder hablar de cosas cotidianas y por ahí contar alguna que otra anécdota. Todo desde un punto de vista crítico y con un toque de humor.
Para eso voy a empezar con una anécdota de hace algunos meses que también fue publicada en un blog amigo, espero que guste...