jueves, 15 de mayo de 2008

EL GLACIAR


En una de mis visitas a un amigo en la ciudad de Ushuaia, decidimos escalar hasta el glaciar. Nunca lo había hecho. Son unos kilómetros de montaña, sin equipo, sin indumentaria apropiada, lo hicimos de copados que somos.
Yo siempre voy por uno o dos días. Salimos al boliche, paseamos un toque. Pero esta vez decidimos improvisar. La noche anterior estábamos en su casa, acostados cada uno en su cama, charlando de la vida, y salta:

- “Mañana vamos al glaciar” -me dijo-
-“¿Me estás preguntando?” -le dije sin poder distinguir si era una órden o una pregunta lo que me había hecho-
- “No, no, mañana vamos” -dijo entusiasmado-
- “Bueno, vamos” -respondí también estusiasmado-

Al otro día, después de dormir lo justo y necesario como para escalar una montañita, nos levantamos, nos cambiamos y partimos hacia la montaña para ver el glaciar que yo nunca había visto. Me puse algo de lo poco que había llevado a mi visita por dos días a Ushuaia: un pantalón de jean, zapatillas, una remera, buzo y mi campera de jean recién comprada.
Llegamos y empezamos a caminar. No es todo escalar, empezás caminando y vas subiendo de a poco, “una boludez” -pensé-. Cuando ya llevábamos como 45 minutos de caminata, pregunto: “¿Dónde mierda queda el glaciar?”, y mi amigo, bien específico y con toda la calidez que lo caracteriza, me dice apuntando con el dedo hacia no sé donde: “Por allá arriba”; a mí se me hizo que con su dedo señaló el cielo, y estábamos lejos de ahí.
La cosa es que continuamos con la caminata y llegó la hora de escalar. El tiempo pasaba y no llegábamos nunca. Cada vez me costaba más respirar y las piernas ya dolían. Desde lo alto, prácticamente podía ver mi casa en Río Grande pero ni un indicio del glaciar. Lo único que me hacía seguir era que ya había escalado mucho y no daba para abandonar.
Habrá pasado como una hora más. Mi amigo me sacó como un kilómetro de ventaja, hasta que dije basta, no doy más, que se vaya a cagar el glaciar, yo me quedo acá sentado en esta roca fumándome un pucho. Solo quería pegarme un baño y acostarme un rato. Dos mujeres estaban en la misma que yo, no parecían del lugar. Noté que hablaban en otro idioma. Yo andaba con una cámara de fotos que le vino en una revista a mi amigo, de esas baratas, de las que difícilmente conseguís un rollo, que no tienen flash y que en las fotos reveladas, la imagen que interesa sale entre dos bandas negras, tipo película vieja. Así que me acerco a las extranjeras y les digo con mi pasable inglés: “¿De dónde son?”, y me responde una de ellas: “Germany”; le pregunté si me podían sacar una foto junto al hermoso paisaje que había detrás mío, ningún drama las minas.
Así es que me quedé esperando a que vuelva mi compañero escalador, quien tampoco llegó a ver el glaciar, para iniciar el retorno. Lo bueno del sacrificio de subir, es que a la hora de bajar no es tan complicado y es más rápido. No sin antes cagarme de un golpe. Había que bajar como un escalón bastante grande,

- “Vení por acá” -me dice-.
- “Naah, vos dejame a mí” -le respondo con mi mejor cara de escalador profesional-.

La cuestión es que mi instinto me traicionó y me indicó el camino incorrecto para resolver el problema del gran escalón. Estoy intentando bajar, piso una parte de pasto bastante húmeda y fui a parar a la mierda. El escalón lo bajé, me costó un raspón en el tobillo (más el dolor) y mancharme la campera nueva.Ya cuando llegamos abajo, nos cruzamos con un grupito de mujeres de no sé donde y nos preguntan en inglés: “¿Dónde queda el glaciar?”, yo a esa altura, ya cansado, dolido, con hambre y sucio, no podía hilvanar una frase en inglés. Así que respondió mi amigo con el mejor inglés que le salió: “Folin dat wei”, esta vez con ambas manos abiertas poniéndolas en fila india y moviéndolas indicándoles el camino hacia el cielo.

2 comentarios:

Kaname dijo...

Que copado che, te conectaste un rato con la naturaleza :P.
Me pasó cierta vez que escalamos con unos amigos el cerro Campanario en Bariloche. La subida cansó un poco (bastante ¬¬) pero la bajada estuvo divertida... exceptuando para los que de manera que todavía se trata de determinar, bajaron rodando por debajo de un camino de aerosillas y se rompieron todo XD.

Nilce dijo...

jajaja...bueno por lo mnos hiciste ejercicio!!..jajajaj
Me imagino que esos lugares deben ser bellisimos...es lindo tenerlos tan cerca...bue...cerca es un decir, caminando parece mas??!!

bsos